12/27/2005

Tabaco, viento frío…

Generalmente la mejor época para caminar es el otoño tardío y el invierno prematuro, donde el viento es suave y frío, especialmente en las tardes cuando el sol se esconde y la noche va entrando tranquila, y las luces centrales de la ciudad aparecen y brillan vivas…


…una temporada tuve un trabajo en una situación geográfica privilegiada, cerca de un parque muy grande, un río y edificios contemporáneos con ganas de ser gringos, y hartas veredas para caminar, y justo era aquella época, donde caían leves gotas, corría el gélido aire, y vestía un chaquetón, para esto casi por obligación tomaba un cigarro, lo prendía, y hacia que me acompañara durante la caminata hacia el transporte que cotidianamente me llevaba a casa. Duraba unos minutos, tal vez mas, paraba en un semáforo y se consumía mas rápido, detenía el viento con mis dedos para que las cenizas no devoraran lo que queda del fuego tabacalero. Me detenía a mirar arriba, mas luces, y las gotas que caían, es el fuego y el hielo que quieren luchar…



El humo, es la sensación de quemar, el fuego, el aroma, no se, quizás el aura de mainstream que posee un cigarro en la boca a medio quemar en plena tarde de invierno o la pequeña lumbre roja que acompaña los focos blancos del parque forestal, o simplemente el deseo de acercarte a la muerte un poco cada día :: advertencia el tabaco puede producir cáncer, ministerio de salud chile::


No se si será la necesidad, o la aplacacion de la ansiedad, o el deseo de aspirar tabaco quemado tal como lo han hecho durante años en la humanidad. Me quedo con la imagen del tipo en moto que tiene chaqueta de cuero o el vaquero que corretea las vacas y para descansar se fuma un cigarro en vez de tomar agua, o un simple mortal de chaqueta negra, barba que camina en el helado invierno trasnochado y queriendo encontrar a su alma gemela…

Fumar, esa canción implacable, ese drama pasional que lucha con la enfermedad que arde adentro, es el instinto suicida que todos los días tengo al prender fuego al calmante mental que me lleva a olvidar que pienso. Aun recuerdo como un torbellino de frio envolvía mi caminata, que estaba llena de dolor y angustia, y al poco rato de fumar aquel tabaco, todo se volvía tranquilidad, el humo se iba tal como la incertidumbre, curioso…como la muerte hace que la incertidumbre se vaya. Es la mezcla del fresco aire invernal, ese que duele y hace sangrar el alma, mas el calor wagneriano del tabaco, la lucha primigenia del hielo y el fuego, que repara y reconforta según en caso.

Gracias por tener la capacidad y el talento de emprender el viaje ene. Humo gris y veleidoso de un cigarro, y por la pasión madura y reflexiva de aspirar tabaco en pipa.


Dedicado a los que fuman por placer, por activar la lucha del hielo/fuego, y por estar constantemente cerca del Némesis…

“no son lagrimas, no es un llanto, es el humo del cigarrillo que me hace llorar”

Tommy Rey

12/22/2005

kenosis

[de kenoo,-o = desocupar, dejara vacío, evacuar.]


Rebajamiento de la altura de espiritu a la tierra objetiva y mundana, es un interesante concepto, que proviene del carácter religioso del nacimiento del supuesto hijo de dios, o del dios en si mismo que se rebajo a carne.

Me dio vueltas el concepto de liberación, pero no la liberación hacia algo espiritual, sino al revez la humillación y el rebajamiento para lograr un fin, que a la vez es entrega pura, básicamente es la universalidad del concepto del cristianismo, la kenosis del dios. San Pablo dice “El cual, siendo de condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando condición de esclavo”. Pero no me interesa tanto lo que puedan decir de un nazareno cualquiera, sino el concepto mas profundo adentrado en los parámetros filosóficos.

Filosóficamente se entra a terrenos un tanto peliagudos, porque el proceso es de vaciamiento interno como del contorno, para vaciarlos de ciertos contenidos mentales o reales. Podria ser como una relación viceversa de vaciamiento, como del contorno al sujeto, o del sujeto al contorno

Por eso me quedo en la mente, una kenosis constante es la que hay que aplicar, vaciarse
para lograr algo, percepciones, experiencias, es una especie de negación, pero efectiva ya que se vacía realmente no se disfraza en el subconciente

Volviendo a las características religiosas la Kenosis se vuelve aun mas interesante, porque según autores nihilistas o malditos (Blake, Hamilton, Bohme, Nietzche)esta sirve como un alejamiento de la figura del dios cristiano...

“El Mesías que lo hizo posible está muerto. Víctima del sacrificio y chivo expiatorio, él, como en todas las corrientes de la gnosis moderna tiene la tarea de eliminar la obediencia a lo divino por parte de lo humano. Su kenosis es muerte del Padre.”

Es decir nuestra kenosis es vaciar el significado del dios y liberar al humano del rebaño y considerar las antiguas protoformas de existencia, donde se fusionan el politeísmo, el humanismo y la mística, y pone al sujeto lejos de una autoridad de una ley heterónoma o radical. Es decir lejos del cristianismo.


En fin, la kenosis es un logro del espíritu de liberarse de ataduras homogeneizadoras
como lo es el cristianismo, es como batallar el fuego con el fuego, utilizar lo que definió la salvación de la humanidad cristiana para darle muerte...por eso siempre digo, conoce a tu enemigo.

12/12/2005

Elegía a la Permanencia

No eras tu....
Era como tu, te vi en el mismo lugar, solo que era otro tiempo, era mi mente que vagaba por el sueño profundo de un dia feriado. Pero era alguien, alguien que usaba los mismos chapes en los costados de tu pelo, para afirmar tu pelo entre corto e infinito. Eras tu, pero no, menuda y con ojos honestos pero siempre mirando lejos... ahí me di cuenta que era otra persona, con tu misma sonrisa pequeña y tu voz contralto, pero miraba a su cercanía, miraba sin interés ni distracción, me miraba a mi

Visite aquel verdor rodeado de gris y micros donde solíamos esperar transporte a tu lejanía, y estaba ella, que convirtió lo gris en mas verde, y los transportes desaparecieron, solo había una manta con dos helados crema mora. Sentados comiendo helado hablamos de cómo podían volar los caracoles y de como se hacia para sentir sin ego, fueron horas de horas que pasaron en un segundo, como suele pasar en el espacio tiempo emocional. Fueron segundos eternos en algún meteorito en el espacio del no lugar, donde te llevan los besos y caricias de dos personas sentadas en una manta.


Insisto, no eras tu... no se porque durante todo el tiempo aquella princesa se quedo sentada en un atalaya en mi mente, esperando irse, pero yo , ingenuo, no supe que se fue hace mucho tiempo, y se largo, y no apareció mas. Solo algo esta ahí, en esa atalaya, tu reflejo, tu biotipo, tu risa...Es tiempo de dejarte ir, solo que ya te fuiste, y lo supe...Dejar ir a la que me robaba besos en una derruida sala de clases llena de cajas de vino y jugaba a no ser lo que era para estar a mi lado, por eso te fuiste, y lo sabia, por eso te fuiste a jugar a ser grande y suficiente por el mundo, soltaste amarras, pero con esas amarras iba una que vivía


El recuerdo de aquella que eras tu quedo en la manta de aquel verano comiendo helados, o del pasto rodante donde nos acostamos y mirabas como calzaba mi colmillo en mi otro colmillo. En el otro tiempo del sueño en día feriado, la niña de los chapes y el pelo infinito, planeaba caminos, caminos donde me tomaba de la mano, y no se iba sola, no era una carga, no me olvidaba cuando llega a su lejanía en los cerros, si no me llevaba a los cerros en busca de algún trozo de árbol que servirá para tallar una cuchara con dos mangos... eran sus ojos que se abrieron y me recibieron, por eso no eras tu...

Durante el sueño, vi como un dic de sol extremo calcinaba mi traje oscuro, pero salió ella tras una puerta con su pelo corto y mojado, y me miró...eran ojos grandes, que me tragaron, no necesitaba mas que vivir ahí. El color de ellos combinaba con su traje rojinegro y sus chapes que trataban de sostener la tormenta de sus cabellos que querían ir al infinito, pero no iban hacia allá, sino me amarraban, total era un sueño, me arrastraban hacia ella, y solo me fui hacia ellos. Era como aquella tarde contigo, pero el sueño fue la utopía que nunca fuiste, fue la cercanía que nunca tuviste...

Ahora te vas, y espero que bajes de tu atalaya y mi cabeza descanse otra vez, y que aquella que eras tu pero no, brille en el camino para que pueda verla, brille como la fogata del día lejano en la casa numero ocho del país que se alimentaba con asientos y maderas útiles, si, aquel dia que apareciste en mi vida y cubriste solo con una mano mi existencia, para luego irte, y casi dejar tu ser en mi mente. Te fuiste en ese tiempo, ahora te vas aun mas, ignorando completamente, así olvido mejor?

Es una elegía a la permanencia patética del tiempo emocional. No superación, no lo se, solo que el sueño del día feriado, fue un golpe, un golpe que me dice que aun existes en mi, de alguna forma extraña, en forma de silueta, risa, voz, ojos, un arquetipo probablemente, alguien a quien busco, por eso ella, la que no eras tu pero es igual, se convierte en el arquetipo perfecto, mejor dicho de la casi perfección, que apareció en dimensión Morfeo, para voltear mis planos pensamientos, que opacan cada vez mas la llanura blanco-gris de un invierno ideal. Apareció el no lugar, la negación de que eres tu aun, apareció la utopía, la maldita esperanza, el sueño de soñar con sentir sin ego, apareció la no capacidad, el saltar sin despegarse ningún centímetro. Por eso es una elegía, porque el camino sigue y aun miro hacia atrás, o miro fotografías virtuales, y sigo igual, soñando con lo que es pero no. Y eso es peor que olvidar...